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Los hombres frente al espejo

Publicado: 2018-04-02

Cualquier hombre es potencialmente un violador, cualquiera de ellos sin importar su procedencia, clase social, grado de instrucción, edad, etcétera. Eso significa que cualquiera de nosotras somos víctimas, o potenciales víctimas de abuso sexual y violaciones. Cuando una mujer denuncia a un hombre con el que mantuvo una relación en redes sociales inmediatamente cae la mancha de machunos a cuestionar a la víctima, no importa que el testimonio sea desgarrador, siempre será cuestionado, no importa que el sujeto en mención estuviera en una posición de poder con respecto a ella o fuera 10 o más años mayor, siempre la criticarán a ella, por permitir, por denunciar, por no hacerlo en el medio adecuado, por no hacerlo de inmediato, por no callar, por hablar, por sonreír, por llorar… absolutamente por todo, y no porque intenten ser imparciales, es porque se reconocen abiertamente en las sutilezas y de forma inconsciente en la brutalidad. 

Cuando un peruano defiende a un violador se defiende a sí mismo también, su empatía siempre está con el victimario y eso dice absolutamente todo acerca del bando en que se encuentran, proyectan en su defensa el pacto tácito que hay entre machunos, que es complicidad explícita.

La diferencia de edad significa para ella una desventaja, en cambio en él se considera algo normal, porque está bien visto y hasta alentado que los hombres tomen todo, la moral no los alcanza, se les exime de responsabilidad aunque sean adultos bastante grandecitos y se niega en ellos lo que en las víctimas se magnifica: LA CULPA.

7 de cada 10 mujeres han sufrido abusos a lo largo de su vida, en una o repetidas ocasiones, pero se parece negar esa realidad cuando a quien se acusa es a un hombre, porque aparentemente la veracidad de la víctima siempre será puesta en tela de juicio, mas no la presunta inocencia del victimario. El sistema legal no hace más que legitimizar esta desigualdad e injusticia, con un montón de trabas que existen cuando se denuncia formalmente, porque no te atiende de inmediato un médico legista, porque los policías en la comisaría carecen de humanidad y capacitación para atender estos casos y porque jueces y fiscales consideran hasta un vídeo explícito de violencia como prueba insuficiente de abuso sexual y físico; y esto solo se reproduce en el peruano promedio, el hijo sano del patriarcado que juzga y señala siempre a la mujer que denuncia, revictimizando y haciendo leña de quien se atreve a hablar y dar testimonio en muchos casos para alertar a otras mujeres, porque existe un pesimismo cuajado en todas nosotras que en la mayoría de casos nos detiene de seguir un proceso por la vía legal por lo que recurrimos a hacer pública en redes una denuncia que de otra forma no tendría alcance alguno.

Cuando una mujer denuncia violencia sexual en el país ya sabemos de que lado se pondrán los hombres, haciendo una generalización basada en la pésima experiencia nuestra, se pondrán del lado en el que más se identifican, como si estuvieran frente a un espejo.

Texto original de Kem Kemper


Escrito por

Kem Kemper

Devoradora de libros y de diferentes formas de arte, Feminista declarada hace poco, pero rebelde con causa y justa razón desde siempre.


Publicado en

soyaukasisa

Comunidad feminista.