No hay mayor muestra de que la desigualdad golpea fuertemente que miles de mujeres se organicen y salgan a marchar para pedirle al estado y a la sociedad un cambio. Miles de mujeres no podemos estar equivocadas, las noticias a diario no mienten, las estadísticas reflejan el nivel de brutalidad que como un yugo oprime a un género de manera sistemática e institucionalizada, y la única respuesta es politizar en favor nuestro, reivindicar nuestro valor como seres humanos merecedoras de respeto y cuyos derechos deben estar al mismo nivel que el de todos. Marchamos por una calle que sea de libre acoso callejero, por una sociedad segura para nuestras niñas y para que los núcleos familiares no sean cunas de violencia y perpetuadoras de las taras sociales que nos aquejan y cuyas muestras aunque negadas y mal explicadas con generalidades absurdas, cobran nuestras vidas y cuerpos en un terrorismo machista que a estas alturas es innegable.  

Marchamos para que los crímenes de violencia machista no queden impunes, pero marchamos principalmente para que se eduque a niñas y niños en pos de cortar el círculo y la perpetuidad de estereotipos y prejuicios dañino que funcionan como un involucionador social.

Somos más de la mitad, y vamos a invadir como un mar morado las calles de las ciudades donde a diario se nos orilla, maltrata y segrega. Vamos a dejar en claro que de ahora en adelante gritaremos cada uno de los delitos en contra de nuestros cuerpos y vidas, hasta obtener justicia, tomaremos lo que es nuestro, las calles, la economía, la política, el arte… Y la justicia, a la que vendaron los ojos para que favorezca solo a los poderosos y privilegiados. No aceptaremos más insultos, ni intransigencias sobre nuestras voces que juntas suenan más fuertes y en tono con el Feminismo solo piden igualdad.

Somos más de la mitad, haremos temblar la ciudad, al gobierno corrupto que con su incompetencia nos quiere hacer retroceder, pero jamás lo lograrán.

Las niñas y mujeres víctimas de violencia machista son nuestro impulso, en su memoria gritaremos, pintaremos sus nombres en las paredes para que nadie olvide, porque son víctimas sin voz ahora, pero cuyo testimonio de dolor y muerte requieren un ajusticiamiento público y multitudinario. #BastaDeViolenciaMachista #NiUnaMenos #25DeNoviembre

Texto original de Kem Kemper