Nuestro país está en manos de un grupo del políticos cuya filosofía colectiva parece ser el saboteo nacional, la incompetencia declarada y el jalar agua pa' su propio molino. 

Esta BanKada vota casi por unanimidad en contra de proyectos de Ley que pretenden brindarle mayor protección a las mujeres, niños y demás sectores vulnerables de la población ante crímenes sexuales, de odio y feminicidios, y luego se jactan de trabajar para el pueblo.

La palabra 'GÉNERO' se ha convertido en el bogart personal de cada uno de ellos, y demostrando que no solo para sus intereses personales sino para proyectar un falso aire de eficiencia es que pretenden establecer políticas públicas que son como parches aquí y allá y no atacan el problema de raíz.

Se golpean el pecho y se proclaman abanderados de la lucha contra la violencia machista, pero votan en contra de quitarle beneficios penitenciarios a los violadores, sus designaciones en la Comisión de la Mujer y familia son cuestionables, Maritza dijo que era culpa de las mujeres ser golpeadas y masacradas por decirle a sus parejas que la relación se acabó, Cuculisa desde su lugar de ex congresista dijo que las violaciones eran "accidentes que pasaban" como si 'uyy estaba distraida y me di contra un poste'.

Ahora como si se pasaran la posta entre amiguis designaron a Cecilia Chacón, quien dijo hace poco "Un piropo bien dado te puede hacer el día", o repudiando el uso del HT #PerúPaísDeVioladores tildándolo de ridículo o manteniendo una postura en absoluto negacionista con respecto a las ESTERILIZACIONES FORZADAS y defendiendo a capa y espada al perpetrador de estas Alberto Fujimori.

La BanKada Fujimorista ha demostrado una incapacidad asombrosa para gestionar en favor de los ciudadanos. Y como es su costumbre pretenden poner sobre la mesa un proyecto para aprobar la Pena de muerte, como si matando al perro se acabara la rabia.

Esto es una suerte de manipulación popular, la gente está indignada y el humor a nivel nacional caldeado. La solución obvia sería implementar políticas públicas que acaben con esta ola de violencia machista, empezando por una reestructuración educativa, pasando por una reforma legal o la aplicación efectiva de las Normas y leyes dispuestas para aplicar justicia, pero no; es más fácil, conveniente a nivel político y fiel a la línea de acción fujimorista desde tiempos de Alberto la violación de los derechos humanos.

Porque siempre será más fácil cortar cabezas que educar, como lo fue en su tiempo mutilar a cientos de miles de mujeres en lugar de implementar políticas públicas adecuadas.

Kem Kemper